La broncoscopia es un procedimiento médico utilizado para examinar las vías respiratorias, incluyendo la tráquea, los bronquios y los pulmones. Se realiza con la ayuda de un broncoscopio, un instrumento delgado y flexible equipado con una cámara en su extremo, que permite visualizar detalladamente estas estructuras.
Este examen es ampliamente empleado tanto para el diagnóstico como para intervenciones terapéuticas. Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, la broncoscopia ofrece una forma segura y eficaz de investigar problemas respiratorios, identificar anomalías y realizar biopsias de tejidos pulmonares, si es necesario.
La broncoscopia es fundamental para diagnosticar afecciones relacionadas con el sistema respiratorio. Permite recolectar muestras de secreciones o tejidos, identificar infecciones, evaluar tumores y eliminar cuerpos extraños de las vías respiratorias.
Además, este procedimiento también se utiliza para monitorear la efectividad de tratamientos en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas o para guiar intervenciones, como la colocación de stents pulmonares en casos de obstrucciones en las vías aéreas.
El procedimiento se realiza con el paciente bajo sedación o anestesia local, dependiendo del caso. Un broncoscopio flexible se introduce a través de las vías respiratorias superiores, ya sea por la nariz o la boca, hasta alcanzar los pulmones.
Durante el examen, el médico puede visualizar en tiempo real las vías respiratorias y recolectar muestras para análisis en el laboratorio si es necesario. El procedimiento generalmente dura entre 30 y 60 minutos y es bien tolerado por la mayoría de los pacientes.
1. Broncoscopia Flexible
Es el tipo más común, utilizado para diagnósticos y pequeñas intervenciones. El broncoscopio flexible permite recolectar muestras, eliminar cuerpos extraños y administrar medicamentos directamente en los pulmones.
2. Broncoscopia Rígida
Utilizada en casos más complejos, como la eliminación de grandes obstrucciones o tumores en las vías respiratorias. Se realiza bajo anestesia general y está indicada para intervenciones terapéuticas más invasivas.
3. Broncoscopia Diagnóstica
Se enfoca en investigar síntomas como tos persistente, sangrado o infecciones pulmonares. Este tipo de broncoscopia permite recolectar muestras y obtener imágenes detalladas de las vías aéreas.
4. Broncoscopia Terapéutica
Indicada para tratar afecciones específicas, como la eliminación de tumores, colocación de stents pulmonares o desobstrucción de las vías respiratorias.
Cuidados previos:
Cuidados posteriores:
Aunque es segura, la broncoscopia puede estar contraindicada en:
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